Ese sábado día 8, “Grupo mil9”, “Me llamo barro”, Miguel Hernández, acompañando a Miguel y con Miguel.
Preciosa tarde noche, un piso austero. Me sentía alfarero sentado al
torno cogiendo arcilla poco a poco para hacer un cántaro que fui
llenando de sentimientos profundos, de emociones inmensas, de sueños
intensos, tan intensos.
Con cada puñado de barro una canción, un
poema, más poemas, representación teatral, más poemas, más canciones.
Flotaba, fascinado deseaba que no se acabara
nunca. Conocía a Miguel, pero esta experiencia de compartirlo no la
tenía, yo lobo solitario he salido muy poco, debí salir más, ahora lo
sé, mucho más. Me encantó.
Piensa uno como se puede hacer con tan
poco tanto, tanto, tanto. También, ¿qué hacen los ayuntamientos que no
potencian estas cosas? Vagancia, desconocimiento, apatía, incultura,...
¡Si está ahí!, ¿por qué no lo cogéis?, hay tanto ahí que no se coge... y
los ciudadanos queremos.
Acabó “mil9” y salieron personas del
público, más poemas, poema-relato. Salió Sol que me invitó al acto, leyó
de Tomás Toral, de Valderas, el maestro de Villaornate paseado en
Villadangos en 1936. Empezó con su título: “El maestro que da sus
zapatos nuevos”. Terminó con: “Y yo quería contar ésta, que pertenece al
legado-semilla de historias de un país que un día soñó primavera”.
Al sentarse otra vez me decía, es que es nuestro. Claro que es nuestro, le dije. Tomás está y estará siempre.
Al final hablamos con Isa, es la única que conocía de “mil9”, la conocí
en Ponferrada “El día del desaparecido” del año pasado. Me encantó su
voz, sus canciones, me encantan sus arreglos,...
Salimos, noche
fenomenal de temperatura, bla bla en terraza sentados Sol, Mila, su
hermana, y Miguel, su marido, la mayoría de las fotos son suyas. Prieto
Picudo “Jubileo”, buen vino.
Bajamos por la calle Ancha, allí, al
final, la“ Casa Botines”, admiramos el edificio iluminado, no sé por qué
me encantan sus esquinas, son preciosas.
Nos despedimos. Quedamos
en vernos, me imagino que este sábado en el cementerio de Astorga y el 1
de mayo en Valderas donde Sol presenta un nuevo y fenomenal libro.
Ya sé que soy recurrente con este tema de la autopista León-Astorga, la
cogí, vacía, siempre vacía, no lo entienden, no entienden que cobrando
no irá la gente, que es abusivo. Me cobraron 2€, eran las 00.05, parece
razonable, más razonable que los casi 5€ que cobran de día, pero lo más
razonable sería que no cobraran nada.
La vida son momentos, el de
este día inolvidable. Esperemos que la luz algún día se asome por
Astorga y podamos gozar con estas fantásticas cosas que se nos cierran
como si hubiera fronteras. Para Isa y su grupo felicidades. Que voy a
decir, los aplausos muy sentidos y extensos lo dicen todo.
Miguel García Bañales
En el acto "Me llamo barro" que protagonizó el grupo Mil9 en torno a
Miguel Hernández el sábado 8 en el Ateneo Varillas de León yo también
sentí como él expresa. Y me permitió conocer un poco más el universo
Miguel Hernández. Y admirarle más. Sí, también sentí que ese acto era un
poco nuestro, que nos atañia, que nos vinculaba, que hacía contacto
con nosotros. Isa es luz y el grupo Mil9 es luz. Al salir Miguel se
preguntaba "cómo un acto así no lo promocionan los Ayuntamientos" y
también que lo iba a contar. Contar para que se conozcan este tipo de
iniciativas y para que la luz salga del subsuelo donde fue sepultada e
ilumine muchos sitios.
Sol Gómez
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