miércoles, 15 de agosto de 2012

Miguel Hernández - Vals de los enamorados y unidos para siempre

No salieron jamás
del vergel del abrazo.
Y ante el rojo rosal
de los besos rodaron.

Huracanes quisieron
con rencor separarlos.
Y las hachas tajantes
y los rígidos rayos.

Aumentaron la tierra
de las pálidas manos.
Precipicios midieron,
por el viento impulsados
entre bocas deshechas.
Recorrieron naufragios,
cada vez más profundos
en sus cuerpos, en sus brazos.
Perseguidos, hundidos
por un gran desamparo
de recuerdos y lunas,
de noviembres y marzos,
aventados se vieron
como polvo liviano:
aventados se vieron,
pero siempre abrazados.

'Vals de los enamorados y unidos para siempre', Miguel Hernández, Cancionero y romancero de ausencias

'Urdiales del Páramo, Miguel Hernández, 19 de septiembre de 2010'

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